El hecho de que usted ya sea “una persona adulta” no significa que haya terminado de aprender. De hecho, es posible que sienta que está aprendiendo el trabajo parental a medida que sus niños crecen y cambian. Eso es normal. Cada experiencia como padre es única, pero sea cual sea la suya, una mentalidad positiva y mucho agradecimiento le ayudarán en el camino. Considere las siguientes ideas.

Estar en sintonía

Notar, reconocer y responder a las emociones y necesidades de su niño lo ayuda a que él se sienta aceptado, comprendido y protegido. Cuando usted lo observa, notará formas en las que puede darle ayuda o incluso ofrecerle un poco más de estímulo.

Lo mismo funciona para usted. Trate de notar sus propias emociones y necesidades. Considere dónde podría beneficiarse de un estímulo o un empujón para hacer algo nuevo.

Abrace el cambio

El trabajo parental podría sentirse como un desafío particular regresiones del sueño, quisquillosos para comer, interacciones sociales incómodas, rabietas en público que se sienten como interminables. Sin embargo, normalmente no es así. Si bien es cierto que un desafío será reemplazado por otro desafío diferente, también es cierto que usted y sus niños aprenderán nuevas destrezas para enfrontar lo que se avecina con un poco más de autoconfianza.

Manténgase firme

Todo para su niño es una novedad. Todo es novedoso, todo cambia, desde el clima hasta los alimentos en su plato. Los niños son receptores a la rutina y la confiabilidad que usted les brinda. Es como una base donde su niño se siente protegido, descansa y recarga su energía. ¡Es un privilegio muy importante!

El cuidado personal es realmente importante. Encuentre maneras de reconectarse todos los días con sus propios pensamientos, sentimientos y su cuerpo. Cuando se sienta completo, saludable y nutrido se sentirá listo para ayudar a sus niños.

Hable con amabilidad

La autocrítica no muestra la imagen más precisa de lo que pasó, quiénes somos o qué es posible para nosotros. En lugar de eso, adopte una mentalidad expansiva y una actitud compasiva hacia usted mismo. Recuerde que todos nosotros, este caso usted, podemos aprender y avanzar de nuevas maneras. En lugar de creer que nacemos “buenos” o “malos” para hacer ciertas cosas, como ser padres, podemos avanzar hacia la idea de que todo aprendizaje y progresión requiere práctica y esfuerzo. Siempre podemos mirar las cosas desde otra perspectiva.

Esta mentalidad es clave para la buena salud mental porque nos ayuda a mantenernos optimistas y confiados cuando enfrentamos cambios y desafíos. También nos hace sentir menos frustrados, más resilientes y más preparados para manejar los problemas.

Cuando se sienta angustiado permítase poner en “pausa” cualquier pensamiento negativo. Busque un momento de tranquilidad y permítase hablarse a sí mismo con amabilidad. Cierre los ojos, respire profundamente y dígase frases como las siguientes.

• Algunas veces todos nos sentimos ____.
• Todos cometemos errores. Los errores son parte del aprendizaje.
• Sigo intentándolo.

Los niños también podrían hacer las siguientes.

Apóyese en su equipo

La crianza de los niños es una jornada que se hace mejor en compañía. No tenemos que hacerlo solos. Encuentre algunas personas en las que confíe con quienes pueda compartir los altibajos. Por supuesto, esto puede incluir a su cónyuge o pareja, pero un padre, un vecino, un colega o alguien de su centro comunitario, gimnasio o comunidad religiosa también puede escucharlo, compartir las alegrías y solucionar problemas con usted. También puede contar con la ayuda de otros militares disponibles, tanto adentro como afuera de la base.

Esté preparado para reparar

Las cosas no siempre saldrán bien. Si siente que no ha respondido con sensibilidad a los sentimientos de su niño, o si usted simplemente se despertó un poco de mal humor, recuerde que usted y su niño siempre pueden volver a empezar. Disculparse es una forma poderosa de demostrar que los padres también pueden cometer errores y de demostrar que se puede avanzar juntos.

El pensamiento flexible es una de las principales habilidades cognitivas que niños como todas las personas necesitan para gestionar sus pensamientos, sentimientos y acciones. El pensamiento flexible nos ayuda a adaptarnos a situaciones nuevas o inesperadas. También puede ayudarnos a resolver problemas, llevarnos bien con los demás y pensar en las cosas de nuevas maneras. En la vida militar, la flexibilidad es especialmente importante y algo que todos en la familia deben practicar.

Afortunadamente, existen muchas formas lúdicas de desarrollar habilidades de pensamiento flexible. Considere estos consejos para padres.

Más de una manera

A veces los niños, padres y cuidadores se quedan estancados, pensando que sólo hay una manera de resolver un problema. Recuérdele a los niños que a veces hay muchas maneras de realizar una tarea.

• El ejemplo a seguir A medida que avanzas en tu día, narre lo que está haciendo usando frases como primero, luego y después. Si puede, hable sobre opciones alternativas para hacer una tarea. Por ejemplo diga, Estoy preparando nuestros sándwiches para el almuerzo. Casi siempre les pongo el queso amarillo, pero hoy voy a ponerles queso blanco. Creo que los dos quesos son deliciosos.
• Y si…? Cuando lean o vean un programa, pregunte a los niños si se pueden imaginar un cuento diferente o un final alternativo. Pregunte, ¿Y si Andrés hubiera hecho algo diferente? ¿Qué crees que hubiera pasado si…? Despertar la imaginación de los niños los ayuda a pensar creativamente sobre situaciones del mundo real.
• Cambie las reglas Mantenga a los niños alerta cambiando las reglas de un juego ya conocido. En lugar de pato, pato, ¡ganso! digan Rana, Rana, ¡Conejo! En lugar del tag normal, jueguen al tag congelado. En lugar de correr a la primera base, salten a primera base.

Juntos en esta aventura

Buscar nuevas experiencias puede ayudar a que el cambio se vuelva… más familiar. Juntos, hagan una lista de cosas nuevas que les gustaría probar. Por ejemplo, podrías probar una comida nueva, un peinado diferente, hacer una caminata o saltar en lugar de caminar. Luego, ¡programa tiempo para probarlos! ¿Puedes probar una cosa nueva cada mes? ¿Qué pasa con cada semana? Al final de un año, tendréis una montaña de recuerdos juntos y algunas grandes habilidades de pensamiento flexible.

¿Qué otra cosa podría ser?

Parte del pensamiento flexible implica poder ver las cosas de una manera diferente. Reúna algunos artículos de su casa como un tubo de toallas de papel, un embudo o un batidor. Pregúntele a su niño ¿Qué otra cosa podría ser esto? Invítelo a usar la imaginación y a pensar en tantas cosas como sea posible. Hagan lo mismo cuando coloreen juntos. Dibuje una figura simple como un triángulo, un cuadrado o un círculo. Diga, Un círculo podría ser una moneda, un platillo volador, una rueda o una burbuja.

La autorregulación, o la capacidad de manejar pensamientos, sentimientos y comportamientos, es una destreza fundamental en los niños mayorcitos. La capacidad de identificar emociones, enfocar y desviar su atención y controlar los impulsos puede ayudar a los niños a tener éxito en el hogar, la escuela y en las relaciones.

En la vida familiar, la corregulación o sea encontrar formas para interactuar recíprocamente entre los más pequeños y los padres o cuidadores y así aprender a manejar los sentimientos y comportamientos también es algo muy importante. La conciencia, la comprensión y la compasión son claves en la corregulación. Considere las ideas a continuación.

Yo observo, yo siento, yo puedo

Este proceso de tres pasos ayuda a construir conexiones mente-cuerpo-emoción entre usted y su niño. Cuando la practican juntos también puede ayudarlos a ganar conciencia, aprender algo nuevo sobre la otra persona y a profundizar los vínculos de confianza.

• Paso 1 Yo observo Ayude a los niños a hacer una pausa para poner atención a las sensaciones que sienten en su cuerpo. Por ejemplo, cuando nos sentimos frustrados, nuestro corazón puede latir más rápido.
• Paso 2 Yo siento Ayude a los niños a nombrar el sentimiento.
• Paso 3 Yo puedo Ayude a los niños a elegir una estrategia para controlar sus sentimientos y luego pónganla en práctica.

Curiosidad y compasión

Las personas en su familia pueden reaccionar de manera diferente ante la misma situación. Nuestras experiencias de vida, temperamento y factores externos pueden influir en ello. A veces la reacción de otra persona puede resultarnos confusa o frustrante y nos preguntamos, ¿Era realmente necesaria una crisis?

Aunque sea difícil, hacer una pausa por un momento de reflexión curiosa puede ayudarnos a dar una respuesta más compasiva. Trate de mirar la situación con una perspectiva racional, utilizando un tono de voz moderado y amable. El objetivo es reconocer el sentimiento, validar a la otra persona y planificar qué hacer la próxima vez.

Utilice este “guion” para practicar en voz alta o incluso a sí mismo.

• ¿Qué sucedió?
• Debido a lo que sucedió, tiene sentido que tú o yo nos sintamos _______________.
• No quiero que te quedes atrapado en ese gran sentimiento. La próxima vez que eso suceda tal vez tú o yo podamos responder de manera diferente. Podríamos (enumerar algunas opciones).
• ¿Podríamos volver a intentarlo la próxima vez? Sí, está bien, ¡tenemos un plan!

Maneras para autorregularnos

Tenemos diferentes factores estresantes y es posible que también prefiramos diferentes formas para lidiar con una reacción. Practicar muchas formas de conducirse (cuando ya esté tranquilo) puede ayudarle a encontrar lo que funciona para cada miembro de su familia. Mientras practican, observe lo que parece ayudar específicamente a su niño (tal vez acurrucarse con un juguete o persona que lo reconforta y lo calma, o tal vez la música cambia instantáneamente su estado de ánimo) y prepárese para aplicar estas estrategias la próxima vez que las necesite. Y por supuesto, usted también puede aprovechar algunas opciones para calmarse.

Puede ser un desafío cuando las estrategias de afrontamiento de su familia están en desacuerdo. Tal vez su niño se tranquiliza con la música, pero el resto de la familia solo necesita uno momento de silencio. Y como padres, a menudo deberán anteponer las preferencias de su niño a las suyas. Pero es importante dedicar tiempo para su propio cuidado. Lea el artículo Sacar tiempo para mí para obtener ideas sobre formas de satisfacer sus propias necesidades.

“Es difícil hacer por otra persona lo que usted no hace por sí mismo”.
– Chandra Ghosh Ippen, Ph.D., Directora asociada del Programa de Investigación sobre Trauma Infantil de la Universidad de California, San Francisco y asesora de Sesame Workshop

Lo ha escuchado antes, pero lo diremos nuevamente, cuando usted toma el tiempo para cuidarse a sí mismo, podrá cuidar mejor a los demás. Su presencia afectuosa es muy importante para el bienestar y el desarrollo general de su niño. Lo que usted hace y lo que usted es tiene importancia para su niño.

No existe un padre perfecto. Afortunadamente, los niños se benefician cuando ven que las personas en sus vidas son ejemplos de perseverancia. Cuando los niños ven que usted da lo mejor de sí, ayuda a que ellos aprendan e intenten seguir su ejemplo. Sacar “tiempo para mí” con regularidad es una forma de estar lista para atenderse usted misma y atender a sus niños.

Explicar “tiempo para mí”

A los pequeños puede resultarles difícil entender por qué usted necesita estar solo. Explíqueles que a veces todos necesitamos descansos para hacer las cosas por nuestra cuenta y que “tiempo para mí” es una forma de cuidar de nosotros mismos.

Especialmente para los niños muy pequeños, separarse de usted les resulta difícil. Explíqueles que usted pronto regresará, y salga a hacer sus cosas Los niños la extrañarán y es posible que usted también los extrañe, pero ellos estarán bien. Aproveche al máximo su “tiempo para mí”, para que su “tiempo para nosotros” sea aún mejor.

Reconectarse consigo mismo

El tiempo a solas o “tiempo para mí” es una parte importante para el bienestar general de una persona. Es una de las muchas herramientas que usted puede utilizar para recargar energías y reconectarse con lo que es importante para usted. Es especialmente útil en la crianza de los niños.

Como padre, usted toma decisiones y practica el autocontrol todo el tiempo. Eso requiere resistencia. A medida que usted se cansa, el cerebro también se cansa. Pasar tiempo fuera de su entorno o rutina habitual le indica a su cerebro que es hora de relajarse y restablecerse.

Lo más probable es que después de hacer algo que realmente usted disfruta hacer y preferiblemente algo que le permita “perder la noción del tiempo”, usted funcione mucho mejor y haga mejor su trabajo parental. Parte de su cerebro está impulsado por la racionalidad y no por la emoción y después de tomar tiempo para usted es posible que sienta que tiene más paciencia, creatividad y compasión.

El “tiempo para mí” puede incluir cualquier cosa que desee hacer. Idealmente, algo que le permita “olvidarse” de algunas de sus responsabilidades por un rato. Podría pasar su tiempo para

• hacer ejercicios,
• leer,
• escribir en su diario,
• pensar,
• hacer arte o música,
• participar en algún juego,
• llamar a una amistad,
• tomar alguna clase.

Independientemente de cómo elija pasar su tiempo libre, recuerde que el “tiempo para mí” es una oportunidad para volver a conectarse con usted misma. Con el tiempo usted descubrirá o redescubrirá intereses, talentos, fortaleza y alegrías, que es todo lo que necesita en su trabajo parental, todo lo que tiene un efecto positivo y duradero para su familia.

Se necesita todo un pueblo

Sacar “tiempo para mí” puede ser un desafío. Puede requerir flexibilidad por parte de su familia o ayuda adicional para cuidar a los niños u otras responsabilidades. Pero está bien pedir lo que necesita, sea específico y colaborativo. Trate de hacerlo de 5 a 30 minutos cada día. Diga, Me gustaría tomarme 15 minutos todos los días después de cenar para salir a caminar. ¿Cómo podemos coordinar eso?

A veces no es posible tener tiempo completamente para uno mismo. Si ese es el caso, considere reservar tiempo y espacio para “tiempos no tan juntos”. Invite a los niños a hacer una actividad que ellos disfrutan hacer junto con usted, pero como ellos decidan. Por ejemplo, usted podría dibujar en un cuaderno de bocetos mientras los niños garabatean en un libro para colorear. También podría poner música relajante o hacer juntos un “juego tranquilo” para que los niños comprendan que ese es un momento especial.

Tener un plan

A veces el “tiempo para mí” puede tomarnos por sorpresa. En esos raros días en los que todos los niños duermen la siesta al mismo tiempo, por ejemplo, es posible que se encuentre con un tiempo que simplemente no sabe cómo utilizar. Tener opciones listas para lo que podría hacer con cinco, diez o incluso treinta minutos de tiempo libre puede ayudar a aprovechar sus preciosos momentos de manera significativa. Utilice el imprimible Ideas para Mi tiempo para hacer una lista.

Como padres, la relación afectuosa con su niño juega un papel poderoso a la hora de prepararlo para un futuro de buenas relaciones y bienestar emocional para toda la vida. Estar en sintonía con su niño para reconocer y responder a las emociones y necesidades del niño es una manera importante de hacer que se pequeño se sienta aceptado, comprendido, visto, escuchado y protegido.

Puede ser un desafío, especialmente si el trabajo parental está solo bajo su responsabilidad o si debe atender a varios niños, de asegurarse de satisfacer los requerimientos y las necesidades emocionales de todos. Recuerde que incluso unos pocos minutos de tiempo de calidad (incluso 5 a 10 minutos) puede ser tiempo suficiente para ayudar a su niño a sentirse valorado y vinculado emocionalmente con usted.

ORGULLO  

Fomente el “ORGULLO PROPIO” para fortalecer el vínculo afectivo con su niño especialmente cuando están jugando y haciendo nuevas cosas para que el niño se sienta visto, escuchado y apoyado. Estas son formas sencillas de demostrarle a su niño que usted le presta atención y se preocupa por él.

• Elogie al niño con palabras positivas. Diga, Hiciste muy bien al compartir tu juguete favorito con tu amigo.
• Repita algo similar a lo que el niño dice. Si su niño dice, “Me gusta jugar con estos bloques”, usted podría decirle, Es divertido jugar con esos bloques y además, ¡son tus bloques favoritos!
• Imite lo que hace el niño. Si su niño está dibujando una casa, podría decirle Me gusta esa idea, yo también dibujaré una casa.
• Describa lo que el niño está haciendo. ¡Dibujaste un arcoíris precioso!
• Demuestre su entusiasmo cuando juegan juntos. Me encanta hacer este juego contigo. ¡Tú me haces sentir muy bien!

Fuente Erlanger Turner, PhD, profesor asociado de psicología en la Universidad Pepperdine en Malibú, California, y experto en psicología infantil y multicultural.